Comenzó el mes noveno del año. Septiembre es tradicionalmente el mes más activo de la temporada ciclónica en el Atlántico. Esta máxima actividad se explica por dos factores climáticos clave: el calentamiento máximo de la superficie del mar tras meses de acumulación de energía solar, y la mínima cizalladura vertical del viento en altitud, que permite que las tormentas logren organizarse y fortalecerse más fácilmente.
Además, recientes análisis climáticos indican que, aunque la temporada comenzó de forma lenta, la actividad ciclónica podría intensificarse rápidamente a partir de agosto y alcanzar su cúspide histórica en septiembre.
¿Qué pronóstico ofrece esta primera semana de septiembre?
Según el Instituto Dominicano de Meteorología (Indomet), el inicio de la semana se presenta con cielo soleado ligeramente opaco por polvo del Sahara, y temperaturas que oscilan entre 22 °C y 35 °C.
En horas de la tarde, se esperan aguaceros locales, tronadas y ráfagas de viento debido a la presencia de una vaguada en altura, y se mantiene la vigilancia sobre una onda tropical con probabilidad moderada (alrededor del 40 %) de desarrollo ciclónico en los próximos días.
De acuerdo con el Instituto Dominicano de Meteorología, el pronóstico para esta semana será la alternancia entre días extremadamente calurosos y momentos de lluvias puntuales y tormentas eléctricas, todo dentro del patrón típico de inestabilidad de la temporada.
¿Por qué la región Sur es la más vulnerable?
Las provincias del Sur (Barahona, Bahoruco, Independencia, Pedernales, Azua, San Juan y Elías Piña) enfrentan una combinación particularmente peligrosa de factores geográficos, climáticos y socioeconómicos:
• Geografía expuesta y construcción informal: su cercanía con cuencas, cañadas, laderas y riberas los hace propensos a inundaciones y deslizamientos.
• Socioeconómicos y urbanísticos: altos niveles de pobreza, infraestructuras inadecuadas y falta de planificación urbanística agravan los riesgos. El director del COE ha señalado la necesidad de que las alcaldías controlen los asentamientos irregulares.
• Impacto en población vulnerable: más de 606 000 niños, niñas y adolescentes viven en zonas de alto riesgo para eventos climáticos como inundaciones, sequías o calor extremo, según el índice IVACC del Siuben.
• Calor extremo y efectos acumulativos: el 20.5 % de los hogares reportaron haber sido afectados por calor excesivo en los últimos 12 meses, lo cual incrementa la vulnerabilidad ante nuevos eventos climáticos severos.
Estas circunstancias hacen de la región Sur una de las más sensibles del país frente a inundaciones, tormentas y efectos derivados de huracanes o vaguadas, exigiendo medidas urgentes de mitigación y planificación territorial.