El 21 de marzo de 2015, a las 9:30 de la mañana, una avería eléctrica paralizó gran parte de las operaciones del Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA).
Diez años después, el reloj volvió a marcar casi la misma hora —las 9:18 de la mañana del 21 de septiembre de 2025—, cuando otra falla eléctrica dejó fuera de servicio a la principal terminal aérea de Santo Domingo por casi nueve horas.
La coincidencia horaria pone de manifiesto un historial de incidentes que, documentados por la prensa nacional, evidencian la vulnerabilidad que ha enfrentado el aeropuerto en los últimos años.
El problema más reciente, ocurrido el domingo, afectó a unos 5,000 pasajeros y 47 vuelos con destinos en Norteamérica, Sudamérica, el Caribe y Europa, según informó el lunes Luis José López, director de comunicaciones de la empresa administradora Aeropuertos Dominicanos (Aerodom).
Una seccionadora, equipo encargado de distribuir la energía en el edificio terminal, provocó el apagón que generó retrasos, cancelaciones y una jornada de caos.
Desde el Palacio Nacional, el presidente Luis Abinader advirtió que si hubo negligencia en el caso “habrá consecuencias”. "Situaciones como esas son totalmente inaceptables para nuestro gobierno", sentenció.
Gobierno ordena investigación
La magnitud de la falla llevó al gobierno a ordenar una investigación para determinar las causas de la interrupción.
El lunes, Eduardo Estrella, en calidad de presidente de la Comisión Aeroportuaria, anunció que convocó a los miembros de ese organismo para conocer en detalle el informe de los técnicos del Departamento Aeroportuario sobre la falla eléctrica.
La reunión también busca “establecer el nivel de responsabilidad de la empresa concesionaria Aerodom”, indicó Estrella en su cuenta de X.
“Al mismo tiempo, expresamos nuestra solidaridad con todos los pasajeros y ciudadanos que resultaron afectados por la suspensión de los servicios”, agregó.
A su publicación respondió el ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza, quien calificó el hecho de “inaceptable”.
Las críticas a la gestión de Aerodom se multiplicaron en la esfera política y social. El expresidente de la República, Leonel Fernández, expresó en Nueva York que la falla eléctrica constituye un grave daño a la imagen del país.
"Que el Aeropuerto Internacional de las Américas haya sido afectado por un prolongado apagón, a mí particularmente me hiere el alma, porque lo que está ocurriendo es el desprestigio internacional de la República Dominicana. Eso no podemos permitirlo", afirmó.
Por su parte, el diputado oficialista Bolívar Valera escribió en X: “La gota que colmó el vaso llegó hoy con el apagón del AILA.
Responsabilidad de la pésima gestión de Aerodom: baños sucios, áreas sin aire acondicionado y parqueos ocupados por ‘rent cars’ mientras los pasajeros no encuentran espacio”.
Estos cuestionamientos ocurren a menos de dos años de que el presidente Abinader anunciara la renegociación del contrato de concesión de Aerodom, firmado en 1999.
El acuerdo contempla una inversión de US$830 millones para mejoras en los seis aeropuertos concesionados, además de aportes variables estimados entre US$300 y US$550 millones.
Listín Diario recopiló algunos problemas que ha registrado el AILA en la última década, tras una búsqueda en los archivos de la prensa nacional. Estas informaciones, en su momento, fueron confirmadas por Aerodom.
21 de marzo de 2015: una sobrecarga en el sistema que alimenta la terminal Sur interrumpió el chequeo compartido de aerolíneas, paralizó comercios y bancos, y dejó sin servicio a las máquinas de rayos X. Aunque los vuelos no se suspendieron, hubo retrasos.
23 de mayo de 2021: el aeropuerto sufrió una falla en el sistema de iluminación de la pista de aterrizaje, provocada por un acto vandálico.
Quince vuelos internacionales fueron desviados tras descubrirse que delincuentes habían cortado los cables que alimentaban las luces.
15 de julio de 2023: un desperfecto en el asfalto, detectado tras el aterrizaje de una aeronave, obligó a restringir operaciones de salida de vuelos. El hoyo fue corregido tiempo después.
8 de abril de 2024: un desprendimiento en la pista 17-35 afectó a 16 vuelos, de los cuales siete fueron cancelados y nueve desviados a aeropuertos alternos. El cierre se prolongó hasta pasado la medianoche.
11 de diciembre de 2024: un corto circuito provocó un apagón de más de 30 minutos que afectó la iluminación, ascensores, internet y chequeo de pasajeros, generando incertidumbre en empleados y viajeros.
12 de mayo de 2025: se realizó un corte programado de electricidad en algunas áreas de la terminal para dar mantenimiento a equipos. Esa vez los vuelos no fueron afectados.
18 de mayo de 2025: una avería en un transmisor de red interrumpió por más de media hora el sistema de control migratorio en la Terminal B.
16 de agosto de 2025: la activación de un interruptor de protección provocó un fallo momentáneo en la terminal Sur, afectando algunos circuitos internos.