Apple prepara su jugada. El esperado evento de otoño “Awe Dropping” del gigante de la manzana se celebra este martes con una apuesta clara: seducir a los usuarios con un iPhone más delgado y estilizado, dejando la gran historia de la inteligencia artificial en segundo plano. La compañía confía en que un diseño llamativo sea suficiente para motivar la actualización.
El modelo más comentado es el rumoreado iPhone 17 Air, con un grosor de apenas 5,5 mm y pantalla de 6,6 pulgadas. Analistas lo ven como la mayor innovación estética en años. Sin embargo, esta delgadez ya despierta dudas sobre autonomía, rendimiento térmico y calidad de altavoces o cámaras.
Apple confía en que la silueta más delgada se perciba como innovación tangible, aunque el sacrificio podría sentirse en la práctica. El Air contaría con una cámara única de 48 MP respaldada por software y zoom computacional, buscando un minimalismo elegante. El riesgo es que el público lo vea como un “teléfono bonito pero frágil”.
La jugada de Apple es estética y tiene un por qué
Más allá del iPhone, Apple planea presentar mejoras en toda su gama: pantallas de 120 Hz en los modelos base, cámara selfie de 24 MP y un Pro con barra horizontal de cámara. El Apple Watch Series 11 sumaría chip S, pantalla más brillante y posibles alertas de hipertensión, mientras que los AirPods Pro 3 podrían incluir sensores de frecuencia cardíaca.
Esto no es casualidad. Y aquí llegamos al punto que la firma seguro deberá sortear: el «discurso» de la IA, un terreno donde Apple no es la cabeza de cartel de la industria, y todavía no está particularmente cerca.
La compañía ha presentado un avance de su paraguas Apple Intelligence y ha dado indicios de una Siri más capaz, pero la renovación de Siri de peso pesado se ha pospuesto, con expectativas apuntando a 2026 para las actualizaciones más sustanciales.
A esto se le añade un punto de presión: la competencia. Samsung y Google han estado lanzando funciones generativas, trucos de IA para cámaras y, en el caso de Samsung, una gran cantidad de plegables que hacen que Apple parezca conservadora por diseño.
La respuesta de Apple históricamente ha sido la ejecución: menos funciones, pero funcionan y funcionan en conjunto. Apple está actuando con cautela: un iPhone más delgado, similar al de su buque insignia, para vender el atractivo; un coro de actualizaciones prácticas para wearables y una historia «más limpia»: un Air con un estilo vanguardista, modelos básicos para el día a día que dejen de parecer artificialmente limitados y modelos Pro que ostenten el derecho a presumir.
 
  
 
































































 
 
 
 






