Los Cerveceros de Milwaukee atraviesan uno de los tramos más exigentes de la temporada: 19 partidos en 18 días, un calendario que pondría en aprietos al cuerpo técnico de cualquier equipo que sueñe con pelear por el título. Con tantas reuniones por Zoom y sesiones de planificación para evitar el desgaste del pitcheo, la organización necesitaba urgentemente una actuación que devolviera calma. Esa respuesta llegó de la mano de su as, Freddy Peralta.
En el primer juego de la doble cartelera ante los Cubs, en el Wrigley Field, el dominicano demostró por qué es el líder en victorias de la MLB y el número uno de la rotación de Milwaukee. Con seis entradas en blanco de seis ponches, Peralta encaminó el triunfo por 7-0 que sirvió como un respiro vital en medio de la racha más agotadora del calendario.
El partido no estuvo exento de tensión. En la cuarta entrada, con ventaja mínima de 1-0, Peralta perdió momentáneamente el control y entregó tres boletos consecutivos con un out. El juego parecía complicarse, pero el derecho se recompuso con temple de as: ponchó al prospecto Owen Caissie con un cambio letal y luego dominó a Nico Hoerner con una línea de out. Esa secuencia abrió paso a ocho outs consecutivos para cerrar su labor de 95 lanzamientos.
"Lo que hizo Freddy fue muy importante para nosotros", reconoció su compañero Brice Turang. "Dominó. Me alegro por él, y ofensivamente pudimos encajar las piezas después".
¿20 victorias?
Más allá del resultado inmediato, el impacto de Peralta trasciende. Con récord de 15-5 y efectividad de 2.78, el dominicano no solo sostiene a los Cerveceros en la cima de la División Central de la Liga Nacional, sino que también se perfila como candidato a alcanzar un hito histórico: convertirse en el cuarto pitcher en la historia de la franquicia con 20 victorias en una temporada, algo que no ocurre desde Teddy Higuera en 1986.
Peralta, fiel a su estilo relajado, rehúye la presión. "Si pienso demasiado, me presiono. Tengo que ser yo mismo. Escucho música, juego un poco, hago chistes y salgo a competir sin pensar mucho", explicó tras la victoria. Esa filosofía, según él mismo, también se comparte en el vestuario, donde el ambiente de confianza ha sido clave para el repunte del equipo.
- El triunfo en Chicago también simboliza el giro en la temporada. El 19 de junio, los Cubs lideraban la división por 5.5 juegos. Desde entonces, Milwaukee ha firmado un espectacular 39-10, mientras que Chicago apenas ha jugado para .500, permitiendo que los Cerveceros abran una ventaja de nueve juegos.
Con cinco semanas por jugar, Freddy Peralta no solo carga con la rotación: transmite calma, liderazgo y confianza en medio de la exigencia máxima. Su brazo, su mentalidad y su consistencia se han convertido en la columna vertebral de un equipo que huele sangre en la división y sueña con volver a octubre con aspiraciones serias.