La Restauración de la República, 162 años después

Una gesta revolucionaria devolvió, un 16 de agosto de 1863, la independencia a nuestro país luego de la anexión. La Guerra de Restauración, que tuvo lugar entre 1863 y 1865, fue un movimiento político y social en contra de la anexión española.

Se manifestó en una guerra civil de carácter nacionalista, motivada por la pérdida de la soberanía dominicana ocurrida en 1861.

En el combate restaurador participaron dominicanos de todas las clases sociales: militares, profesionales, campesinos, obreros, hombres y mujeres del pueblo.

Los héroes

Los principales héroes de la guerra restauradora fueron Gregorio Luperón, Antonio Duvergé, Matías Ramón Mella, Fernando Valerio, Benito Monción, José Antonio Salcedo, Santiago Rodríguez, Gaspar Polanco, José María Cabral, Ulises Francisco Espaillat, Benigno Filomeno de Rojas y Pedro Francisco Bonó.  

Causas y detonantes de la Restauración

El detonante de la guerra fue que España volvió a reconquistar el país tras 17 años de independencia, lo que motivó a los dominicanos a tomar las armas. Este momento se conoce como la anexión española.

El resultado de la anexión, impulsada por Pedro Santana en 1861, quien creía que el control español traería paz y pondría fin a las invasiones haitianas y las guerras civiles, fue contrario a lo esperado: la situación económica empeoró, se produjo una crisis monetaria, los derechos individuales fueron limitados y las protestas populares reprimidas.

La anexión significó que la República Dominicana dependiera del gobierno y las instituciones españolas.

Desde la formación de la República, Pedro Santana mostró intenciones dictatoriales.

Su poder provenía de sus bienes económicos y la influencia en el este, sustentada en un grupo que perdió la fe en la independencia y buscaba conservar su poder, lo que le permitía ejercer controles sociales. Aunque Santana era hatero, la sociedad había evolucionado, compartiendo influencia con otros grupos, como los seguidores de Buenaventura Báez.

Implicaciones de la anexión

Con la anexión, la República Dominicana perdió su soberanía y se convirtió en una provincia española bajo control militar y político de autoridades españolas. La mayoría de los dominicanos rechazaba esta situación, aunque Santana simuló ante España que el pueblo apoyaba la anexión.

A pesar de las pérdidas materiales y humanas, el país inició una nueva etapa independiente, recuperando la soberanía perdida en 1861. Este acontecimiento representó el resurgir de la nacionalidad dominicana y sentó las bases definitivas respecto a su identidad y soberanía.

La anexión significó que la República Dominicana dependiera del gobierno y las instituciones españolas.

Desde la formación de la República, Pedro Santana mostró intenciones dictatoriales.

Su poder provenía de sus bienes económicos y la influencia en el este, sustentada en un grupo que perdió la fe en la independencia y buscaba conservar su poder, lo que le permitía ejercer controles sociales. Aunque Santana era hatero, la sociedad había evolucionado, compartiendo influencia con otros grupos, como los seguidores de Buenaventura Báez.

Implicaciones de la anexión

Con la anexión, la República Dominicana perdió su soberanía y se convirtió en una provincia española bajo control militar y político de autoridades españolas. La mayoría de los dominicanos rechazaba esta situación, aunque Santana simuló ante España que el pueblo apoyaba la anexión.

A pesar de las pérdidas materiales y humanas, el país inició una nueva etapa independiente, recuperando la soberanía perdida en 1861. Este acontecimiento representó el resurgir de la nacionalidad dominicana y sentó las bases definitivas respecto a su identidad y soberanía.

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